Todos tenemos marcado en el calendario que el 14 de febrero es el día en honor al amor. Nos dedicamos palabras de cariño, nos regalamos flores y reservamos tiempo para disfrutar de nuestro enamorado. Pero ¿Sabemos el origen de esta celebración? Sigue leyendo y descubre quién fue el Santo Valentín y cuándo se instauró esta fiesta.
¿Quién fue San Valentín?
En el siglo III en Roma, el emperador Claudio II, decidió prohibir la celebración de matrimonios considerando que los jóvenes solteros eran mejores soldados para su ejercito.
Un sacerdote de la época llamado Valentin, encontrando este decreto injusto, desafió al emperador y comenzó a celebrar matrimonios cristianos en secreto. Ante esta desobediencia, el emperador encarceló al clérigo. Uno de los que participaron en su detención, el oficial Asterius, quiso ridiculizarle y le puso a prueba retándole a que devolviese la vista a su hija Julia, ciega de nacimiento. El sacerdote Valentín aceptó, devolvió la vista a la muchacha y el milagro logró convertir al cristianismo a Asterius y a toda su familia.
Mientras el sacerdote estuvo en prisión, se encomendó a la tarea de dar clases a Julia y con el tiempo se enamoró de ella. Finalmente le sentenciaron a muerte y el 14 de febrero del año 269 fue lapidado y decapitado. Pero la víspera antes de su ejecución, tuvo tiempo de enviar una nota de despedida a la chica firmada con las palabras «de tu Valentín».
¿Cuándo se empezó a celebrar San Valentín?
El papa Gelasio I fue el primero en marcar la fiesta de San Valentín en el calendario entre los años 496 y 498. La instauración de esta celebración tenía el objetivo de anular la fiesta pagana de las Lupercales,en honor al dios de la fertilidad. Esta fiesta se celebraba el día 15 de febrero y consistía en un sorteo mediante el cual cada chico elegía el nombre de una mujer y la convertía en su compañera sexual durante un año
La celebración de la fiesta de San Valentín se mantuvo en el seno de la Iglesia hasta 1969, cuando el papa Pablo VI decidió homenajear únicamente al santo y dejar de lado a los enamorados, ya que no había certeza histórica de la relación entre el mártir y el amor de pareja. Sin embargo, con la llegada al Vaticano del actual Papa Francisco, la tradición se recuperó y se volvió a instaurar la celebración en honor a los enamorados.