Con la llegada del otoño, las setas vuelven un año más a nuestros fogones. Seguro que conoces deliciosas recetas o las has saboreado un millón de veces como acompañamiento de muchos platos. También sabrás que son muy ligeras y aportan muy pocas calorías a nuestros platos por su alto contenido en agua. Pero quizá desconozcas que se trata además de un alimento con un alto valor nutricional que aporta muchos beneficios a nuestro organismo.
De hecho, la Fundación Española del Corazón las recomienda para prevenir y luchar contra las enfermedades cardiovasculares. Las setas son ricas en hierro, fósforo, calcio, yodo, magnesio, zinc y además aportan vitamina A, vitaminas del grupo B y vitaminas C y D, todas importantes en nuestra dieta diaria. Son también bajas en sodio lo que favorece el mantenimiento de una correcta presión arterial. En menor medida, aportan proteínas de muy alta calidad por su concentración de aminoácidos esenciales.
Incluso algunas variedades contienen betaglucanos con propiedades antiinflamatorias y de desarrollo del sistema inmunitario. Delicias ligeras y nutritivas que nos regalan nuestros bosques cada año por estas fechas.