Como cada año, agosto ha llegado cargadito de verbenas populares. Hemos vivido las celebraciones entorno a San Cayetano, esta semana podremos disfrutar las de San Lorenzo y la semana que viene la fiesta llegará a nuestro barrio, La Latina, con las festividades de La Paloma.
Hablar de estas fiestas es hablar de mantón y vestido chiné, de chotis y de muchos manjares castizos. Tanto si eres vecino como si visitas Madrid en estas fechas, no puedes irte de estas verbenas sin probar estos 6 icónicos platos:
1. Callos
Este mítico plato es un habitual de las fiestas madrileñas. Aunque es cierto que apetece más en temporadas más frescas, un buen plato de callos mantiene el estomago contento y da fuerzas para mantener el ritmo de cualquier verbena.
2. Bocadillo de calamares
Los calamares fritos son otro de esos «platos estrella» de la gastronomía madrileña. La receta de este icónico bocata es sencilla: pan reciente, buenas rabas de calamar, un crujiente rebozado y un alioli casero para chuparse los dedos.
3. Gallinejas y entresijos
No nos podemos ir de etas fiestas sin disfrutar de unos buenos entresijos o gallinejas, bien fritos, crujientes y grasientos. Este típico plato madrileño cuenta a partes iguales con amantes y detractores. El potente sabor de las tripas de cordero no deja indiferente a nadie.
4. «Limoná»
La limonada o limoná es la protagonista indiscutible de las fiestas. Esta limonada más cercana a una sangría que a un refresco de limón, es una receta cuidada que sobrevive al tiempo y convive con el vermut como bebida castiza por excelencia. La pidas en un local o la recibas como ofrenda de los vecinos, será tu máxima aliada en estas fiestas de agosto.
5. Barquillos
Después de tanto plato rico en grasa, apetece algo más dulce. Una opción ideal en estas fiestas es el tradicional barquillo. Con sabor a canela y limón, estos típicos dulces madrileños son ofrecidos por barquilleros vestidos de chulapos, acordes a su origen castizo.
6. Churros y porras
Y ¡cómo no! No hay final (o principio) de fiesta que no se celebre con unos buenos churros o porras. El maridaje perfecto para estos, una buena taza de chocolate donde poderlos mojar.